Por Maria Alejandra Gómez, nutricionista oncológica
La alimentación es una parte importante del tratamiento de cáncer de mama. Se basa en una dieta balanceada rica en frutas verduras leguminosas y fuentes de proteína baja en grasa. Su meta es un peso y alimentación adecuada para apoyar el tratamiento médico y los síntomas que pueda presentar durante el mismo.
Durante el tratamiento recibirá información acerca de la alimentación y nutrición de muchas fuentes como sus familiares, colegas y el internet. Es importante que evalúe la información recibida para ver si es verídica. Los estudios acerca de nutrición y cáncer son aun muy nuevos pero hay cosas que puede hacer para asegurar que recibe información correcta:
Lea la información nutricional a detalle: los descubrimientos acerca de la nutrición y cáncer se dan de forma lenta y progresiva. No crea en productos o dietas que son catalogadas como milagrosos o como nuevos descubrimientos.
Verifique con fuentes de información confiables: hoy en día todo el mundo tiene una opinión acerca del cáncer y la nutrición, hable con su equipo de salud antes de probar suplementos o “tratamientos” nuevos.
¿Por qué cuidar la alimentación y actividad física?
Se ha visto que un peso adecuado y específicamente una masa muscular adecuada a:
- Mejorar la calidad de vida
- Mejorar el estado físico
- Mejorar el estado inmune
- Reducir los ingresos hospitalarios
- Reducir las interrupciones durante el tratamiento
- Reducir la toxicidad secundaria a radioterapia
- Reducir la mortalidad
Un peso adecuado no solo es solo lo que indica su pesa. El peso se compone de varios factores, entre los más importantes su masa muscular y grasa. Secundario a la enfermedad y efectos secundarios del tratamiento, su peso puede disminuir o aumentar.
¿Cómo me puede ayudar la actividad física? Realizar al menos 15 minutos de actividad física al día y como meta 150 minutos a la semana de actividad física moderada (ej. caminar, yoga, natación, aeróbica) ayuda a evitar la fatiga secundaria de muchos tratamientos, a mantener un peso adecuado y una masa muscular saludable. Además, estudios han demostrado que la actividad física vigorosa (ej. correr, trotar, bicicleta rápida, ejercicios aeróbicos, natación) disminuyen el riesgo de cáncer de mama pre y post menopaúsico.